El relojero Natalio
Había una vez un relojero que se llamaba Natalio. Este tenía muy poco dinero casi no le llegaba para comer, tenia una tienda de relojes los vendía y los arreglaba pero la tienda no le daba para comer. Por aquel tiempo la gente tenia muy poco dinero por eso no vendía. Natalio, tenía una esposa y dos hermosas hijas, la esposa de Natalio le dijo un día:
-oye Natalio, ¿porque no pongo yo otra tienda de ropa?.
A Natalio le pareció muy buena idea pero el se preguntaba ¿de donde sacamos la ropa?; Natalio se lo pregunto a la esposa y ella le dijo:
-tranquilo por eso no te preocupes nuestras hijas y yo las podemos hacerla, le dijo la esposa
-¿y de donde sacamos el hilo, la lana, las telas…? Dijo Natalio.
La esposa le contesto sonriendo:
La esposa le contesto sonriendo:
-¿Te acuerdas de la boda de mi hermana Clarisa? Dijo la esposa.
Natalio sonriendo le dijo.- ¡Claro que si estuvo muy bien, como no me voy a acordar!
La esposa le respondió:
Natalio sonriendo le dijo.- ¡Claro que si estuvo muy bien, como no me voy a acordar!
La esposa le respondió:
-Me encargó preparar sus vestidos y me dio tela, hilos, lana… y me sobró mucho, lo suficiente para empezar hacer algunos vestidos y con las ganancias puedo comprar más material, le contesto la esposa.
Ya llegó la noche y Natalio lo estuvo consultándo con la almohada y se imagino como seria la vida con dos negocios y lo pensó. Se levantó a coger un vaso de agua y grito en la cocina ¡muy bien!, si lo voy a hacer. Natalio al día siguiente se lo dijo a la esposa, que se iban aventurar a poner los dos negocios y la mujer se puso muy contenta así que lo hicieron.
En la relojería hicieron una pequeña habitación dedicada a la costura donde recibían a sus clientes donde les tomaban medidas y les hacían los trajes a medida, con el tiempo y lo buenas costureras que eran la madre y las dos hijas fueron cogiendo mucha fama en sus vestidos, a su vez Natalio vendía mas relojes, collares y otras alhajas a la gente que iba a encargar vestidos.
Con el tiempo fueron ahorrando dinero se compraron un local mas grande y hay trabajaron, la esposa de Natalio hizo una academia y estuvo enseñando a como coser, Natalio estuvo enseñando como arreglar relojes y una de sus hijas la mas mayor hizo los estudios de profesora para enseñar en una escuela al lado de la iglesia enseñando a niños pobres y estuvo muy pero que muy contenta de enseñar a los niños necesitados.
Fin.Maryló.
Ya llegó la noche y Natalio lo estuvo consultándo con la almohada y se imagino como seria la vida con dos negocios y lo pensó. Se levantó a coger un vaso de agua y grito en la cocina ¡muy bien!, si lo voy a hacer. Natalio al día siguiente se lo dijo a la esposa, que se iban aventurar a poner los dos negocios y la mujer se puso muy contenta así que lo hicieron.
En la relojería hicieron una pequeña habitación dedicada a la costura donde recibían a sus clientes donde les tomaban medidas y les hacían los trajes a medida, con el tiempo y lo buenas costureras que eran la madre y las dos hijas fueron cogiendo mucha fama en sus vestidos, a su vez Natalio vendía mas relojes, collares y otras alhajas a la gente que iba a encargar vestidos.
Con el tiempo fueron ahorrando dinero se compraron un local mas grande y hay trabajaron, la esposa de Natalio hizo una academia y estuvo enseñando a como coser, Natalio estuvo enseñando como arreglar relojes y una de sus hijas la mas mayor hizo los estudios de profesora para enseñar en una escuela al lado de la iglesia enseñando a niños pobres y estuvo muy pero que muy contenta de enseñar a los niños necesitados.
Fin.Maryló.
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